La vicepresidenta Raquel Peña se mostró confiada y esperanzada en una mediación sincera e imparcial de la Organización de Estados Americanos (OEA) para buscarle una salida a la crisis que enfrenta al país y Haití por el polémico canal de agua.
Abordada al respecto, dijo esperar que la OEA y su secretario general, Luis Almagro, acepten la invitación dominicana y visiten la zona donde se construye el canal que sería conectado al río Masacre, y aseguró que la visita le permitiría a ese organismo comprobar las irregularidades de la obra y los efectos negativos que generaría su culminación.
Expresó que el organismo continental puede desempeñarse como un mediador positivo y constructivo entre ambos países, con el objetivo de lograr una solución bilateral que ponga fin al conflicto dominico-haitiano. Sin embargo, reiteró la posición oficial del Gobierno dominicano, en el sentido de que se detenga la construcción del canal como condición previa para sentarse a dialogar con las autoridades haitianas.
«Vemos esa respuesta de la OEA, de manera muy complacida para nosotros. Buscamos el diálogo, esa es la posición del Gobierno dominicano; un diálogo franco y qué mejor que un organismo con la calidad como la tiene la OEA», manifestó.
Peña reafirmó que seguirán manteniendo las medidas de lugar para asegurar el territorio nacional y la soberanía dominicana, frente a la cuestión haitiana.
Habló del tema en el marco de la Primera Feria Constitucional Internacional sobre la Familia y la Igualdad, propiciada por la Unidad de Género del Tribunal Constitucional.
La OEA se ha ofrecido para mediar entre las partes y ha pedido respetar los tratados dominico-haitianos. El Gobierno dominicano saludó esa disposición al diálogo, pero reiteró el requisito de que se paralice la obra.
Entre tantas voces, dirigentes nacionalistas han alertado de que la comunidad internacional -y más específicamente Estados Unidos, Canadá y Francia– estaría creando las condiciones para una intervención militar en toda la isla.