El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, avisó en su último discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas, en Nueva York, que los avances en la inteligencia artificial (IA) «van a cambiar nuestro modo de vida» y llevarán a la humanidad a una «fronteras inciertas».
«En los próximos diez años vamos a ver más progreso que en los últimos 50 años, la inteligencia artificial va a cambiar nuestro modo de vida, nuestro modo de trabajar y de hacer la guerra. Podemos impulsar progresos científicos que los pacientes no han visto jamás y eso hará nuestra vida mejor», aseguró el mandatario estadounidense en su último discurso en Naciones Unidas.
«Pero la IA también trae profundos riesgos desde los ‘deep fakes’ o la desinformación a nuevos patógenos o armas biológicas», advirtió Biden, quien consideró que «que puede que no haya mayor prueba a nuestro liderazgo que cómo gestionamos el crecimiento de la IA».
Biden apuntó que por primera vez en la pasada Asamblea General se acordó trabajar en normas globales sobre el desarrollo responsable de la IA y unos 60 países se sumaron a una declaración para evitar abusos, pese a que las regulaciones de esta tecnología difieren mucho entre regiones y no hay un consenso sobre cómo garantizar buenas prácticas y promover la innovación.
Este año, estos desafíos se debatieron con la participación de las grandes tecnológicas en la víspera al inicio hoy de los discursos de mandatarios en la Cumbre del Futuro.
En opinión de Biden, los beneficios de la IA deben ser «compartidos de manera equitativa para reducir y no ampliar la brecha digital», al tiempo que «las fabulosas capacidades de la IA son usadas para empoderar a todos, no para dar a dictadores grilletes más poderosos».
Los expertos también han alertado de la gran brecha que se está creando entre regiones ricas y pobres con la aparición de grandes empresas de IA en EE.UU., Asia o Europa, a lo que hay que sumar la infraestructura energética, de centro de datos y talento que requiere una tecnología que puede acabar el futuro.