Por Rafael Barón Duluc
Senador por la provincia La Altagracia
Durante años, Verón–Punta Cana e Higüey han colaborado mediante acuerdos de mancomunidad, compartiendo servicios, recursos y esfuerzos comunes. Esta modalidad de cooperación, aunque no está prevista en una ley específica, sí es legalmente posible entre municipios y distritos municipales, siempre que sus autoridades locales así lo decidan. No puede imponerse por ley ni decreto, porque las competencias municipales están delimitadas por la Constitución y la Ley 176-07, y cualquier modificación estructural requeriría crear una figura distinta de municipio. Sin embargo, nada impide que, con voluntad y madurez política, las autoridades municipales retomen esa vía de colaboración en beneficio común.
La propuesta de elevar a Verón–Punta Cana a municipio se fundamenta en una realidad evidente: con más de 200,000 habitantes, una economía sólida y un desarrollo urbano sostenido, Verón ya funciona como municipio en los hechos. La Ley 368-22 refuerza esta condición al establecer que distritos con más de 15,000 habitantes deben gestionar directamente su ordenamiento territorial, lo que ha reducido significativamente los recursos que antes manejaba Higüey.
Ante este nuevo escenario legal, estamos trabajando activamente para que el Gobierno Central aumente las asignaciones presupuestarias de Higüey, con el objetivo de compensar esta redistribución. Además, propusimos un proyecto de ley que asigna dos dólares por cada pasajero aéreo a los ayuntamientos donde operan aeropuertos, una medida que beneficiaría tanto a Higüey como al futuro municipio de Verón–Punta Cana.
Elevar a Verón a municipio no busca dividir, sino reconocer lo que ya es una realidad funcional, legal y demográfica. Y más aún, abre la oportunidad para que ambas jurisdicciones se coordinen como lo hicieron en el pasado, pero esta vez con estructuras fortalecidas y claras. Lo importante es que avancemos como provincia unida, con madurez institucional y visión compartida.