La Altagracia.- Cada 21 de enero la gente abarrota la Basílica de Higüey desde tempranas horas de la mañana y días antes para cumplir promesas, pedir salud, bienestar, protección de la delincuencia y reafirmar su fe cristiana hacia la Virgen de la Altagracia.

Altagracia Torrez de 87 años no ha dejado de asistir cada 21 de enero a visitar a la Virgen de la Altagracia, su fe y devoción fueron inculcados desde una edad temprana por vía de su madre.

«Cuando yo empecé a venir aquí, las guaguas no viajaban, eran camiones y mi madre me traía desde muy pequeñita», manifestó la señora Torrez.

Altagracia dice que ha recibido maravillosas bendiciones por parte de la Virgen y que en años anteriores ella y sus hijos traían grandes raciones de comida para brindarla a todo el que no tuviera que comer.

«Desde la cinco de la mañana veníamos aquí y empezábamos a dar comida a todo el mundo… pero este año he tenido unos achaques de salud y no he podido cocinar».

Una de las hijas de doña Altagracia, Hilda Gonzalez indicó que es una tradición venir a la Básilica cada año ya que la Virgen ha sido muy buena con todos ellos y les ha dado la dicha de mantener a toda su familia unida.

«Este año regalamos dulces, pero años anteriores veniamos en grandes guguas con toda la familia y dormiamos aquí, luego preparabamos comida y la regalabamos a todo el mundo… ahora regresamos donde la Virgen a pedir por la salud de mi mamà», manifestó Hilda.

Otra de las devotas de la Virgen de la Altagracia es la señora Joelkys Reyes, quien asegura que la Virgen le ha cumplido todo lo que ha pedido.

Por esta razón por la que viene cada año a cumplir sus promesas y a renovación su fe, en esta ocasion la señora Reyes ha optado por venir descalza a la misa.

Al igual que Altagracia y Joelkys vienen a congregarse miles de personas desde todas partes del país y unos cuantos extranjeros que traen grandes ramos de flores y velones para la Virgen como una forma de expresa su devoción.

Fuente: RNN