El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó por unanimidad el viernes una resolución que exige el fin de la violencia y la actividad criminal en Haití e impone sanciones a un poderoso líder pandillero.
Estados Unidos y México, autores de la resolución de 10 páginas, aplazaron la votación el miércoles para revisar el texto a fin de ganar mayor apoyo entre los miembros del Consejo y finalmente obtuvieron la aprobación de las 15 naciones.
La embajadora estadounidense Linda Thomas-Greenfields declaró inmediatamente después de la votación que se había dado un primer paso para ayudar al pueblo de Haití y que se preparaba una segunda resolución para ayudar a restaurar la seguridad en la nación caribeña en crisis.
El texto definitivo eliminó la referencia a un pedido hecho el 7 de octubre por el Consejo de Ministros de Haití de enviar con urgencia una fuerza militar internacional para enfrentar la violencia y mitigar la crisis humanitaria.
También se eliminó la mención de una carta del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, fechada el 8 de octubre, que presentaba alternativas para ayudar a la Policía Nacional haitiana a combatir la violencia de las pandillas.
Una segunda resolución que estaba en proceso de elaboración el jueves por la noche trataba de la lucha contra la violencia. De ser aprobada, autorizaría el envío de una fuerza internacional para ayudar a mejorar la seguridad en el país.
Thomas-Greenfields dijo el lunes que la misión «no-ONU» sería limitada en cuanto al tiempo y los alcances y que la encabezaría un «país socio» no especificado, con mandato de emplear la fuerza militar en caso necesario.
La resolución sobre sanciones nombró solamente a Jimmy «Barbecue» Cherizier, cuya pandilla ha bloqueado una crucial terminal de combustibles, lo que ha provocado una escasez grave.
Cherizier, un expolicía que es el cabecilla de una alianza de pandillas llamada G9 Familia y Aliados, sería sancionado con prohibición de viajar, congelamiento de bienes y embargo de armas si se aprueba la resolución.
La resolución crearía un comité del Consejo de Seguridad para imponer sanciones a otros individuos y grupos cuyas acciones atentan contra la paz, la seguridad o la estabilidad de la nación más pobre del hemisferio occidental. Las actividades sancionadas serían la delincuencia, la violencia, el tráfico de armas, las violaciones de los derechos humanos y la obstrucción de envíos de ayuda.
La inestabilidad política reina en Haití desde el asesinato el año pasado y aún no esclarecido, del presidente Jovenel Moïse, a quien la oposición acusaba de corrupción y exigía su renuncia. Moïse disolvió el Parlamento en enero de 2020 después que los legisladores no pudieron superar un impasse político y convocar a elecciones el año anterior.
Fuente: Listín Diario