El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) acordó este lunes por unanimidad extender por un año más su autorización a una fuerza de seguridad internacional liderada por Kenia que ayude a combatir a las pandillas armadas en Haití.
Los líderes haitianos advirtieron la semana pasada sobre el empeoramiento de la inseguridad en el país caribeño. Poderosas pandillas, armadas con armas en gran parte traficadas desde Estados Unidos, se han unido en la capital bajo una alianza común. Y ahora controlan la mayor parte de la ciudad y se están expandiendo a áreas cercanas.
La misión de asistencia de seguridad, aunque aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU, no es una operación de las Naciones Unidas. Hasta ahora, la misión ha logrado pocos avances para ayudar a Haití a restablecer el orden. Esto, con solo 400 agentes de policía kenianos en el terreno hasta ahora y un déficit de financiación.
Crisis de seguridad sin precedente
El presidente del Consejo Presidencial de Haití, Edgard Leblanc, dijo ante la ONU, la semana pasada, que en este momento Haití “se enfrenta a una crisis de seguridad de una gravedad sin precedentes. El aumento de las bandas armadas, la violencia generalizada y la inestabilidad política han sumido a la nación en un estado de extrema vulnerabilidad. Los ciudadanos viven con miedo, sin poder moverse libremente por todo el territorio nacional, ir a trabajar o enviar a sus hijos a la escuela sin riesgos”.
Al mismo, agradeció la decisión del Consejo de Seguridad de autorizar el despliegue de la misión multinacional de apoyo a la seguridad. Y la calificó como una respuesta directa a los llamamientos del pueblo haitiano. Esta misión, aunque no es una fuerza tradicional de la ONU, encarna el compromiso de la comunidad internacional de apoyar a Haití en su lucha contra la inseguridad.