Del béisbol al cannabis, la transición del Big Papi

De la pelota al cannabis, la sorpresiva transición de riesgo y valentía del proverbial David Ortiz ha abierto un nuevo capítulo en su plenario de vida, llena de bonanza y gloria.

Cuarta gloria nacional de inmortales dominicanos del béisbol en el Salón de la Fama de la pequeña villa neoyorquina de Cooperstown, el “Big Papi” ha dado, desde el domingo 24 al 28 de este mes, dos suspirados metrallazos.

Todo empezó el 24 de este mes con su proclamación al privilegiado del Salón de la Fama, donde hizo derecho de su inseparable sonrisa, su jovialidad y buen sentido del humor.

Aquel día, cuando todos los ojos y las emociones de los dominicanos casi se postraron a sus pies, había alcanzado algo que, aparte de su devoción a Dios y el recuerdo de su adorada madre, le costó tanto sacrificio conquistar.

Pero las cosas no quedaron ahí. Su fama siguió de rumba cuando, pasados cuatros días, el jueves 28, Ortiz sorprendió a todos al anunciar la activación de su empresa “Papi Cannabis”, nada más que en asociación con la empresa Rev Whosale Brands, que tendrá una nueva “línea exclusiva de productos de cannabis”, bien conocido como marihuana.

Se trata de una gama de productos disponibles a la venta y otros dispensarios asociados en toda el área recreativa del Estado de Massachusetts, cuidadosamente seleccionados, con “propiedades curativas a la vanguardia”.

Hasta el nombre de estos productos, solo visto en escritura inglés, llama la atención. Desde serpiente, color, sexualidad, lava, bateadores, y hasta el nombre de una canción de Metálica.

Así puede verse que el primer producto de la línea se llama “Sweet Sluggers”, que incluirá algunas de las que la compañía Rev Whole Brands ha llamado las “variedades favoritas” del Big Papi, con nombres tan sugestivos como Black Mamba #7”, “Lava Cake #7”, “Motorbreath #15” y “Bootylicious #4”.

“Motorbreath” es la tercera canción del álbum Kill’Em All (mátalos a todos) del grupo de heavy metal Metallica. La letra de la canción trata sobre “vivir la vida en la vía rápida”.

El diccionario de inglés de la Oxford define Bootylicious como “una mujer sexualmente atractiva”, y fue acuñado, por primera vez, hace 30 años, por el rapero Snoop Dogg.

“Sweet Sluggers”, bateadores dulces. “Black Mamba”, serpiente negra. “Lava Cake”, pastel de lava.

El mismo toletero dominicano declaró que, aunque no consumía cannabis antes de jugar, cree es una herramienta valerosa “para lidiar con el estrés y el dolor físico”.

“La realidad es que el cannabis no ayuda en el béisbol, no lo creo. Sabes lo que digo; si estás hablando de deportes, siempre tienes que estar acelerando y el cannabis te ralentiza”, esto dijo Ortiz.

El inesperado anuncio de Ortiz desató aquí sus ventarrones, repartidos como balsón para unos que se colocaron en posición conservadora crítica, indiferencia para otros, moderación entre algunos y juicios favorables entre muchos.

De todo esto, lo que quizá muchos desconozcan es de que trata realmente este nuevo paso de David Ortiz.  Y que la palabra marihuana se haya quedado atrapada en algún rincón como “demonio” incitador que maquina por medio de una planta que se llama cannabis sativa.
Si alguien esperaba de alarmas y condenas colectivas, esto no ha ocurrido. Los medios internacionales, principalmente de Boston, donde Ortiz es adorado sin condiciones, la cobertura ha sido normal.

Tan optimista como el CBS Boston, que asegura  “es posible que David Ortiz todavía esté en lo más alto después de haber sido incluido en el Salón de la Fama del béisbol el fin de semana pasado y parece que le gustaría que siga así”.

Antes de juzgar, mejor sería dejar a la ciencia que explique la verdad sobre los aportes de esta planta, sus componentes químicos, sus variedades de usos, sus efectos y defectos positivos a la salud humana.

La revista MedlinePlus, un servicio informativo de salud para pacientes, familiares y amigos, producido por la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la biblioteca médica más grande del mundo y parte de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos, trata sobre esto.

Explica que la marihuana medicinal se puede utilizar para aliviar dolores, incluyendo crónicos y por lesiones nerviosas o espasmos musculares severos.

También ayuda a controlar las náuseas y los vómitos, siendo su uso más común por estos padecimientos provocados por la quimioterapia para el cáncer.

Este producto hace que una persona sienta ganas de comer, ayudando a personas que no comen suficiente y pierden peso debido a otras enfermedades, como el VIH/SIDA y el cáncer.

Estudios muestran que el cannabis podría aliviar síntomas en personas con esclerosis múltiple, enfermedad de Crohn, inflamación intestinal y epilepsia.

Siempre, basado en su uso medicinal, esta planta reduce la presión dentro de los ojos, que es un problema asociado con el glaucoma, aunque su efecto en este caso no es de larga duración.

Lo que sale del cannabis 
Estos productos con fines medicinales, en línea con las propuestas de Ortiz, ya fluyen en el mercado e incluyen suplementos alimenticios, cosméticos, alimentos y materias primas, en los que se ha empleado un componente del cannabis llamado cannabidiol (CBD), muy conocido por sus efectos terapéuticos y relajantes.

Empresas mexicanas ya están en el negocio con gomitas de fruta, limonadas, bálsamos, calmantes, cápsulas de aceite de cáñamo, desodorantes en roll-on y cápsulas de calcio.

El cannabis, conocida comúnmente como droga que la gente fuma o come para drogarse, tiene una variante medicinal, en uso para tratar algunas afecciones.

Esta se puede fumar, vaporizar, comer y consumir como un extracto líquido. Sus hojas y brotes contienen sustancias conocidas como cannabinoides.

El THC, por ejemplo, es un cannabinoide que puede afectar el cerebro y cambiar su estado de ánimo o su conciencia, pero hay otras variedades que contienen cantidades de estos. Son estas diferencias químicas las que producen efectos diferentes en los seres humanos. Pueden presentar concentraciones altas y bajas de THC, que es el cannabinoide psicoactivo del cannabis, un depresor del sistema nervioso, mientras el CBD, que no es psicoactivo, es el ingrediente que lo tiene ahora de moda, siendo la variedad de la que el “Big.

Fuente: Listín Diario

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