China respondió a los aranceles establecidos por Donald Trump sobre los productos chinos con nuevos gravámenes a diversas importaciones estadounidenses este martes, además de anunciar una investigación antimonopolio contra Google y otras acciones comerciales.
El martes también se esperaba la entrada en vigor de los nuevos aranceles de Estados Unidos a productos provenientes de Canadá y México, aunque Trump acordó una pausa de 30 días en sus amenazas hacia sus vecinos, quienes están trabajando para calmar sus inquietudes sobre la seguridad fronteriza y el tráfico de drogas. Trump tenía previsto conversar con su homólogo chino, Xi Jinping, en los próximos días.
Esta no es la primera vez que se imponen represalias arancelarias. Pekín y Washington ya protagonizaron una guerra comercial en 2018, cuando Trump aumentó los aranceles a los productos chinos y China respondió de manera similar.
En esta ocasión, según los expertos, Pekín está mejor preparado para hacer frente a la situación.
Tienen un sistema de control de exportaciones mucho más avanzado. Dependemos de ellos para varios minerales clave como galio, germanio, grafito, entre otros. Por lo tanto, podrían infligir un daño considerable a nuestra economía», comentó Philip Luck, exfuncionario del Departamento de Estado y director del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, durante un foro el lunes.
Las nuevas medidas anunciadas el martes afectan a diversos sectores de la economía, desde la energía hasta empresas estadounidenses específicas.
Represalias arancelarias
Pekín señaló que aplicará un arancel del 15% a productos como el carbón y el gas natural licuado, así como un 10% al petróleo crudo, la maquinaria agrícola y los automóviles de gran cilindrada provenientes de Estados Unidos. Estos nuevos impuestos entrarán en vigor el próximo lunes.