El humo blanco que emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina confirmó la elección del nuevo pontífice. La Iglesia Católica concluyó el cónclave con la proclamación de su guía espiritual número 267. El cardenal Dominique Mamberti anunció la designación con la tradicional fórmula “Habemus Papam”.
El cónclave de 133 cardenales inició la jornada del 8 de mayo con votaciones sucesivas. Horas después, la fumata blanca marcó el consenso alcanzado por los altos jerarcas católicos. La ceremonia se desarrolló en el Palacio Apostólico de la Ciudad del Vaticano.
El encargado de proclamar la decisión fue el cardenal Dominique Mamberti desde el balcón central. Miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro aguardaron el anuncio entre rezos y cánticos. El acto simbolizó el comienzo de una nueva etapa para la Iglesia Católica.
El nuevo pontífice sucederá a Jorge Mario Bergoglio, conocido como papa Francisco, quien falleció el 21 de abril. La causa del deceso fue un derrame cerebral acompañado de insuficiencia cardíaca.
Cónclave concluyó tras horas de deliberaciones
El fallecimiento de Francisco provocó la convocatoria urgente del cónclave. El colegio cardenalicio se reunió con carácter reservado en el Vaticano. Las votaciones comenzaron el 6 de mayo y culminaron en la mañana del día 8.
Tras superar las dos terceras partes requeridas, uno de los cardenales recibió la investidura papal. El elegido habría obtenido al menos 89 votos de los 133 asistentes. La decisión fue producto de múltiples rondas de deliberación y oración.
El nuevo papa también asumirá el cargo de jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano. Este nombramiento lo convierte en el líder espiritual de más de 1,300 millones de católicos. La Iglesia concluyó así uno de sus procesos más solemnes.
El protocolo vaticano contempla que el nombre del nuevo pontífice se anuncie en latín. Al cierre de esta edición, se desconocía el nombre que adoptará como líder de la Iglesia. La ceremonia de entronización será anunciada en las próximas horas.
El funeral de Francisco unió a líderes religiosos
El papa Francisco fue despedido con una misa solemne en la Plaza de San Pedro. Jefes de Estado, obispos, líderes religiosos y ciudadanos participaron en la ceremonia. El evento fue transmitido por cadenas internacionales a más de 70 países.
Durante su papado, Francisco impulsó reformas dentro del Vaticano. Promovió la inclusión, la transparencia financiera y el diálogo interreligioso. Su muerte generó manifestaciones de duelo en todo el mundo.
La Santa Sede informó que sus restos descansan en las Grutas Vaticanas. El nuevo pontífice visitó la tumba horas antes de su proclamación. En ese sitio también se encuentran sepultados otros líderes históricos de la Iglesia.
El decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, dirigió las ceremonias fúnebres. El rito cumplió con las disposiciones tradicionales del Vaticano. Los actos protocolarios concluyeron la noche del 25 de abril.
Expectativa mundial por el nuevo liderazgo religioso
Desde América hasta África, millones de creyentes siguieron la fumata en tiempo real. Diversas ciudades organizaron vigilias para acompañar el proceso del cónclave. La elección del papa número 267 fue tendencia global durante horas.
El Vaticano desplegó un operativo especial para garantizar la seguridad en la Plaza de San Pedro. Miles de efectivos custodiaron los accesos al recinto sagrado. La jornada concluyó sin incidentes, según el parte de la Gendarmería Vaticana.
El nuevo pontífice tendrá la responsabilidad de guiar a la Iglesia en medio de desafíos contemporáneos. Entre ellos figuran la secularización, las tensiones geopolíticas y los abusos sexuales clericales. El papa electo cuenta con el respaldo del Colegio Cardenalicio.
El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, indicó que el nuevo papa asumirá funciones de inmediato. En breve ofrecerá su primera bendición Urbi et Orbi. Su primer mensaje podría marcar las prioridades del nuevo pontificado.
