SANTO DOMINGO.- Para el presidente Abinader se ha iniciado una cuenta regresiva, ya que en este mismo mes tendrá que definir el expectante tema de la reelección, es decir, si va o no va.
Él mismo ha dicho que tiene hasta el 17 de agosto para definirse. Esa fecha marca los 45 días reglamentarios antes de que los partidos presenten en la Junta Central Electoral el listado de sus precandidatos o aspirantes a cargos electivos. Falta Abinader.
Pero no faltaría su nombre por mucho tiempo, precisamente porque el tiempo se va agotando y él tendrá que anunciar la decisión que posiblemente ya ha tomado en su fuero interno. Algunos perciben señales e indicios de que el hombre va. Sería cuestión, entonces, de esperar el último día para conocer lo que muchos dan por descontado.
Nada se lo impide y todo se lo permite: la Constitución, los reformados estatutos del PRM, la experiencia histórica. Por cierto, el mandatario dijo hace unos días que ha estado consultando y analizando con personas antes de comunicar la gran decisión. Hipólito Mejía, muy cercano al actual gobernante, intentó y se repostuló, pero no pudo lograrlo en 2004. En cambio, otros gobernantes han tenido suerte: Balaguer, Leonel, Danilo.
Abinader y el oficialismo tendrán que saltar algunas vallas. En vilo está la candidatura a la Alcaldía de la Capital. Hay un tranque porque Carolina Mejía, la alcaldesa y secretaria general del PRM, no ha dicho si se va a repostular. Algunos ya están corriendo desesperadamente, tratando de crear expectación y posicionamiento en el exigente electorado del Distrito Nacional.
Se dice que Carolina quiere ser la próxima vicepresidenta. En 2016 se postuló a ese cargo como compañera de fórmula de Abinader. Entonces no tuvieron éxito, pero calibraron la experiencia ganada en los duros campos de la batalla electoral. En 2020, Carolina alcanzó la Alcaldía primero que Abinader la Presidencia. Febrero y julio fueron jubilosos y triunfales: cada mes trajo su victoria.
Parece que ahora han cambiado las cosas. De la Alcaldía, Carolina quisiera atrapar el solio, aunque fuera como segunda figura. De ese modo desearía pasar del Palacio Municipal al Palacio Nacional; sería una gran conquista para ella. Sería la tercera mujer en lograrlo, detrás de la veterana doña Milagros y de Margarita Cedeño.
Ella comprende que la vicepresidencia es cada vez menos un puesto decorativo y accesorio, y ha tomado serios ribetes de gestión oficial. Los vicepresidentes han tenido a su cargo grandes áreas de acción pública, gestionando amplios sectores y programas sociales enormes. Antes, la figura vicepresidencial era más un decorado que una figura real; pero esto ha cambiado en las últimas décadas.
El reloj electoral va corriendo y los expertos ven la repostulación de Abinader marchando a todo vapor. Sería cuestión de tiempo: dentro de unos días llegará la gran decisión y el pueblo tendrá la última palabra.