El presidente de Kenia, Wiliam Ruto, informó este miércoles de que ha rechazado firmar el polémico proyecto de ley que contempla subidas de impuestos y que provocó las protestas masivas que este martes causaron al menos 23 muertos y desembocaron en el asalto del Parlamento por manifestantes.
«Cedo. No firmaré el Proyecto de Ley de Finanzas 2024. Será retirado por completo», afirmó Ruto en una rueda de prensa en la State House, sede de la Presidencia en Nairobi.
El mandatario aseguró haber «escuchado atentamente al pueblo de Kenia, que ha dicho en voz alta que no quiere tener nada que ver con este Proyecto de Ley de Finanzas de 2024″.
«El pueblo ha hablado», subrayó Ruto, quien abogó por «tener una conversación sobre cómo gestionar juntos los asuntos del país y la situación de la deuda», y proponer «un compromiso con los jóvenes».
Así, el proyecto legislativo no podrá entrar en vigor después de que la Asamblea Nacional (Cámara Baja del Parlamento), donde tiene mayoría la coalición gubernamental, lo aprobara este martes con 195 votos a favor y 106 en contra.
«Tras la aprobación del proyecto de ley, el país fue testigo de una expresión generalizada de descontento con el proyecto de ley aprobado, lamentablemente provocando la pérdida de vidas y la destrucción de bienes y profanación de las instituciones constitucionales», aseveró.
«Envío mi más sentido pésame a las familias de quienes perdieron a sus seres queridos de esta manera desafortunada», señaló el presidente, quien sólo admitió la muerte de «seis jóvenes» este martes.
Sin embargo, una veintena de ONG, incluida Amnistía Internacional, aseguraron este miércoles que al menos 23 personas murieron por disparos de la Policía en las protestas de este martes en varias ciudades de Kenia, 14 de ellas en Nairobi.TE PUEDE INTERESAR
Ruto se mostró más conciliador que en el mensaje que a última hora del martes dirigió a la nación, en el que condenó el «ataque sin precedentes» y advirtió de que no tolerará ninguna «amenaza» que implique un «peligro existencial» para Kenia.
El mandatario se dirigió al país después de que el Gobierno ordenara el despliegue del Ejército para ayudar a la Policía a atajar la «emergencia de seguridad» de las protestas, que fue aprobado este miércoles por la Asamblea Nacional.
«¡Ruto debe irse!»
En la tercera jornada de manifestaciones en la última semana y al grito de «¡Ruto debe irse, Ruto debe irse!», los manifestantes invadieron este martes el Parlamento, pese a la dura respuesta de la Policía, que abrió fuego para impedir el asalto.
Lo que empezó como una protesta pacífica de miles de jóvenes contra las subidas de impuestos en la capital keniana -y otras ciudades en al menos 35 de los 47 condados del país- derivó en una batalla campal entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes.
Con el controvertido proyecto legislativo, el Gobierno pretendía recaudar 2,700 millones de dólares en impuestos adicionales para reducir el déficit presupuestario y el endeudamiento estatal.
Sin embargo, los manifestantes antigubernamentales sostienen que esas medidas fiscales empujan a la pobreza a la población.
El pasado día 18, más de 300 personas fueron detenidas en Nairobi, mientras el jueves hubo al menos 105 arrestos en todo el país y 200 personas fueron heridas en la capital, al tiempo que murieron dos manifestantes a raíz de esas protestas.
A diferencia de las protestas antigubernamentales que históricamente ha vivido Kenia, a menudo violentas e impulsadas por líderes políticos, estas manifestaciones fueron convocadas por jóvenes de la llamada ‘generación Z’ (personas nacidas entre mediados de la década de los 90 del siglo XX y la primera década del siglo XXI) y mantenían hasta ahora un tono pacífico.
El proyecto de ley planteaba nuevos impuestos, como el IVA del 16 % al pan o el del 2.5 % a los vehículos de motor, además del aumento de algunos ya existentes, como el del servicio de transferencia de dinero móvil.
Sin embargo, algunos ya se suprimieron las semana pasa mediante enmiendas, como el IVA que afectaba al pan.