En el centro de rumores sin fundamento sobre una posible salida, los Warrios han firmado la extensión de Stephen Curry añadiendo un año más a su contrato a razón de 62’6 millones de dólares. Esto le vincula con la franquicia hasta la temporada 2026-27. Es decir, que su contrato ahora tiene 3 cursos por delante. Será el tercer jugador de la historia tras LeBron James y Kevin Durant en amasar más de 500 millones de dólares solo en contratos dentro de la NBA.

Steph firmó su última extensión en 2021 (entró en vigor en 2022) por cuatro años y 215 millones de dólares. Esta renovación redobla la idea de los Warriors de construir un nuevo contender alrededor de su mayor estrella en las próximas campañas. De esta forma Curry cobrará 55,7 millones en la 24-25; 59,6 en la 25-26 y los mencionados 62’6 en la 26-27. Para entonces el dos veces MVP y cuatro veces campeón de la NBA tendrá 39 años, lo que impide que los Warriors le pudiesen ofrecer más años.

El base sigue demostrando año a año estar un par de escalones por encima del resto del equipo y viene de dos exhibiciones históricas ante Serbia y Francia en semifinales y final de los Juegos Olímpicos de París. Sin su fiel escudero Klay Thompson, Golden State y Curry entran en una nueva era para la franquicia más ganadora de la última década.

Este mismo año se llegaron a escuchar rumores, a la postre presentados como reales aunque se quedaron muy lejos de suceder, de la posible llegada de LeBron James a San Francisco vía traspaso. Después, ante la imposibilidad de dicho movimiento, fue Curry el situado en la esfera de los Lakers. Curiosamente, la renovación de ambos durante esta off-season debería espantar cualquier rumor de este tipo. Al menos de momento. Los Warriors han sido uno de los equipos más activos de la agencia libre en aras de preparar esta nueva etapa, llevándose a jugadores como Kyle Andersen, Buddy Hield o De’Anthony Melton para hacer olvidar al otro Splash Brother y rodear al núcleo joven que comandan Brandin Podziemski, Jonathan Kuminga y compañía.